¿Quién no ha empezado el año con el firme propósito de hacer deporte?
¿Quién no se ha frustrado por tener “panza” y no poder verse como esas modelos de revista en sus vacaciones? ¿Quién en una tusa no ha tomado la decisión de inscribirse en el gimnasio solo para bajar el gordo que te ganaste solo por seguirle la cuerda al pendejo aquel?
¡Pues yo sí!
Como la vida es de momentos, en uno de esos momentos la “Tusa” llego a mi vida, no me quedaba otra opción que levantarme… Y fue en esa búsqueda personal donde me encontré con el Running. Pero ¿por qué el Running? Escogí correr básicamente por tres razones:
Ayuda demasiado a mi salud.
Me permite ampliar mi círculo de amigos sin que sea el alcohol el factor común
Y la que en su momento tomo más fuerza en mi decisión…
¡Nunca había corrido en mi vida! Y si iba a empezar de nuevo, debía hacerlo experimentando cosas nuevas.
Fue así como llegue a esta “Loca pasión” (así la bautice para mí, porque realmente esto es de locos), y poco a poco he ido aprendiendo mucho del tema. He aprendido que el hecho de hacer una actividad física como correr me ayudaba a perder y controlar mi peso, me ayudaba a tener unos huesos más fuertes, me ayuda a mantener en un estado óptimo mi masa muscular, mejora mi sistema cardiovascular y respiratorio, me ayuda a incrementar mis defensas… Y algo súper importante para mí: Me ayudó a mejorar mi autoestima y me volvió un ser sociable, me ayudó a recuperar la confianza que había perdido.
¡Si señores! Correr no solo sirve para controlar el peso, correr te puede hacer más inteligente, te ayuda a combatir la depresión y te saca de tu zona de confort. Correr no es sólo un ejercicio del cuerpo, es un ejercicio de la mente y del alma. Gracias al Running he conocido personas que poco a poco se han vuelto como mi segunda familia, gracias a esta pasión he descubierto lugares mágicos, he aprendido a ver los destinos con otros ojos, he compartido más con la gente.
Cuando corres no hay desconocidos, todos son tus compañeros, tus amigos, todos van detrás del mismo objetivo, todos te alientan a no desistir… Cuando corres los triunfos son colectivos, las victorias compartidas, las lágrimas se convierten en felicidad y los abrazos se convierten en el mejor refugio. Correr te hace sentir vivo, te da un sentido, te da emoción, te establece metas, te lleva a paisajes increíbles, con personas maravillosas y las experiencias cada día son más increíbles.
Para correr no se necesita mucho… Unas zapatillas, ropa cómoda, un poco de disciplina y muy buena actitud. Y ya tú decides si quieres correr solo, o en algún grupo… Hay muchos grupos, cada uno con un encanto diferente, hay muchas comunidades dispuestas a recibirte con los brazos abiertos para que te enamores de esta pasión, sólo es tomar la decisión y listo:
¡Arranca a sumar kilómetros!
Correr me ha cambiado la vida, me devolvió la seguridad, las ganas de ser yo, aprendí a aceptarme tal cual soy, con el pelo alborotado, risa imprudente, descoordinada… Correr me ayudo a ser más consciente de mi cuerpo y a entender que sin importar la talla o la ropa, soy bella, es sólo cuestión de aceptarme. Correr me ayudo a bajar de peso, a tonificar mis piernas y a lograr que mi ex, cada vez que logra verme, se arrepienta de haber tomado la decisión de ahora estar sin mí ¡porque ahora sí estoy que estoy que me parto de buena!
Bueno, y a todas estas ¿Cuál es tu “Loca pasión”?, seguro tienes una y nos encantaría conocerla.
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